Un 78% de los adolescentes admite estar enganchado a los dispositivos electrónicos. Las visitas a páginas de pornografía las frecuentan uno de cada tres adolescentes varones frente al 3% de ellas.
Es lo que se desprende de la última encuesta realizada por Aldeas Infantiles SOS a 2.021 estudiantes de Secundaria y Bachillerato de todas las comunidades autónomas. La encuesta se enmarca en el Programa de Educación en Valores Párate a pensar, iniciado hace más de 20 años.
Los resultados del Observatorio de la Adolescencia 2025
Estos resultados se han presentado en la VII Jornada Nacional de Jóvenes, celebrada en Madrid. Algunos de los efectos que el entorno digital tiene en la adolescencia perjudican a las capacidades físicas y cognitivas. El 58% confirma que se siente distraído tras varias horas de pantalla. Un 22% dice sufrir irritación ocular y un 14% siente incluso nerviosismo e irritabilidad en su estado de ánimo.
Lejos de experimentar o tener conciencia de algún efecto positivo, el 45% de los adolescentes dice sentir aburrimiento cuando está sin móvil unos días. Esto se suma a un 22% que dice sentirse desinformado o aislado (14%).
La encuesta ofrece resultados desglosados por comunidades autónomas, sexo, identidad de género y curso académico. De aquí se obtiene que el 36% se duerme pasadas las 2 de la madrugada, con picos del 63% en Extremadura, La Rioja y Murcia.
Los sitios más visitados por los adolescentes de esta franja de edad (13-18 años), son las apps de compras online, seguidas por plataformas de streaming y de series.
Entre las prácticas más preocupantes cabe resaltar que un 34% del alumnado habla con desconocidos mientras juega a videojuegos. Cuando se habla de exposición en redes sociales, las chicas y las personas no binarias aseguran sentirse peor que los chicos. Además, uno de cada dos reconoce haber sido testigo de alguna forma de ciberacoso, aunque pocos informan de ello a un adulto.
Las principales conclusiones del Observatorio de la Adolescencia 2025 traen consigo un retrato diverso, que combina la autonomía digital, la búsqueda de vínculo emocional y la necesidad de acompañamiento cercano.