“Dada la incertidumbre sobre el proceso, no creemos que vaya a tener una repercusión de calada con efectos negativos el hecho de que finalmente las autorizaciones se obtengan en un periodo superior al estimado inicialmente. Más allá de que la incertidumbre se alargará”, aseguran sobre una posible extensión de los plazos.
“Nos reiteramos en la idea de que, ante la incertidumbre existente y el largo espacio de tiempo que se abre por delante, optaríamos por vender a mercado las acciones de Sabadell si la cotización de la entidad en un momento determinado alcanzase nuestro precio objetivo de 2,16 euros por acción“, aseguran.
POSIBLES PLAZOS
Estos analistas afirman que BBVA presentó el 24 de mayo la solicitud de autorización de la OPA a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, y “ahora la CNMV deberá analizar la solicitud y admitirla a trámite, proceso que BBVA espera que se solvente para la segunda semana de junio“.
“En principio, la entidad habría enviado el folleto a la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) y a lo largo de esta semana está previsto que haga lo propio con el BCE (Banco Central Europeo). Una vez ambas instituciones tengan el folleto, las respectivas decisiones deberían ir a la par”, añaden.
“El BCE cuenta con 6 meses para autorizar la operación, y BBVA toma de referencia los 4 meses que dedicó a la fusión entre Caixabank y Bankia. Una vez el BCE de el visto bueno, la CNMV tiene un mes para autorizar la oferta”, explica.
“En el momento en que se obtenga la autorización de la CNMV, se espera que al día siguiente de obtenerla BBVA lance la operación y se abra el periodo de aceptación”, comentan.
POSIBLES EXTENSIONES DE LA CNMC
No obstante, la operación puede encontrar más obstáculos en la CNMC, porque sus plazos dependerán “del grado de complejidad que advierta en la operación”.
Según estos expertos, si el grado de complejidad “es bajo, en principio su decisión debería venir tras una primera fase de análisis (vía rápida), que tiene una duración máxima de un mes (sin tomar en consideración la posibilidad de suspensiones adicionales). En esta primera fase el Consejo de la CNMC decide si la operación debe ser archivada, aceptada o, si, por el contrario, la concentración requiere un análisis más detallado por los problemas de competencia que pueda generar la operación”.
“Si la CNMC considerase que la operación requiere un análisis más exhaustivo se abriría una segunda fase de estudio, con un periodo máximo de 3 meses, en la que el Consejo resolverá si la concentración deber ser autorizada en pleno o con compromisos”, indican.
“En caso de que los compromisos no fueran suficientes para resolver los problemas de competencia identificados, el Consejo puede decidir imponer condiciones a la concentración que complementen o sustituyan dichos compromisos adoptados por el comprador”, remarcan.
MINISTERIO DE ECONOMÍA
Por último, una vez que la CNMC se pronuncie, será el turno del Ministerio de Economía y Hacienda, “que podrá elevar la decisión sobre la concentración al Consejo de Ministros, siempre y cuando la CNMC no autorice la operación tal y como se ha propuesto por parte de BBVA”.
En este sentido, el Ministerio de Economía ya ha hecho pública su oposición frontal a esta operación, tal y como ha sido planteada por BBVA.
“Si finalmente los plazos se alargan, conllevaría un periodo más largo de incertidumbre, y podría traducirse en una mayor presión para la cotización de BBVA si el mercado comienza a descontar que las potenciales medidas que pueda exigir la CNMC para aprobar la operación supusiese mermar la rentabilidad inicialmente prevista”, argumentan desde Renta 4.
“No obstante, el mensaje de la entidad sigue siendo positivo en cuanto a lo adelantado en la presentación, y no contemplan un alargamiento de los plazos frente a lo que tienen previsto, en total 6-8 meses”, concluyen estos expertos.