Las Apple Vision Pro ya son una realidad. Y de otra realidad. Mezclan la realidad aumentada y la virtual de una manera especial, con el toque único de Apple y con un potencial bestial. Es la primera impresión que se pasa por la cabeza tras dejar de usar el nuevo producto de la compañía norteamericana, que ya en su primera versión (con sus luces y sombras) deja una sensación de estar ante el inicio de algo que puede cambiar la tecnología para siempre.
En ondacero.es hemos tenido la suerte de poder probar lo nuevo de Apple en un evento en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, de la mano de expertos como Edgar Martín-Blas, Eduardo Herranz y José Infantes, co-fundadores de Spatial Voyagers, y también de Julio César Fernández, co-fundador de Apple Coding Academy.
No obstante, antes de hablar de las impresiones, hay que pensar en el producto en sí. ¿Qué son las Apple Vision Pro exactamente? No son solo unas gafas de realidad virtual, y es que la propia Apple las define como “la primera computadora espacial de Apple que combina contenido digital con tu espacio físico usando revolucionaria tecnología”.
Con apenas un par de minutos en uso, uno se da cuenta de que es revolucionario, pero solo cuando comienzas a ver y probar posibilidades, caes rendido ante su magnitud. Un producto que es fruto del trabajo y la tecnología de la que hace gala la compañía durante décadas, tal y como afirma Apple: “Apple Vision Pro es el resultado de décadas de experiencia culminando en el producto más ambicioso que Apple ha creado. Integra una tecnología increíblemente avanzada en una elegante y compacta forma, resultando en una experiencia increíble cada vez que la experimentas”.
Así son las Apple Vision Pro: impresiones tras usar las gafas de Apple
Una de las críticas más habituales de los usuarios que han probado las gafas son su peso, que oscila entre los 600 y los 650 gramos. La primera impresión es de que no son tan pesadas, aunque con mayor tiempo de uso, más aumenta esta sensación, aunque sin llegar a provocar cansancio.
Nada más ajustar la correa en nuestra cabeza y pulsar el botón acción situado en la parte derecha del visor, hay que realizar una configuración personalizada con nuestras manos y ojos para que el aparato detecte nuestro iris y su movimiento, lo que hace que la experiencia sea lo más personalizada posible.
Una vez que aparece el menú ‘flotante’ delante (parecido al de un iPad o iPhone, con una serie de apps, siendo estas las habituales de Apple como Fotos, Mail, Mensajes o Safari, entre otras), se puede ver completamente lo que nos rodea en un tono más oscuro, pero distinguiendo en todo momento a las personas u objetos que tenemos delante.
A partir de este momento, empieza la magia. Basta un gesto similar a un pellizco o pinza para hacer clic en lo que estamos mirando, sin necesidad de dirigir nuestra mano hacia lo que queremos pulsar. Esto permite que solo con la mirada y un simple gesto, con la mano en cualquier posición, accedamos a lo que queramos con un resultado espectacular. No hay demasiados fallos a la hora de clicar de este modo, aunque hay que recalcar que sí existen estos ‘falsos positivos’ en alguna ocasión y es en estas ocasiones donde podemos notar que nos encontramos ante una primera versión del producto de Apple. En Spatial Voyagers cifran el ‘acierto’ en las acciones en aproximadamente un 95% o 96%.
Se trata de un dispositivo enfocado para su uso en interiores y eso es palpable al ver su funcionamiento. Al abrir cualquier app, podemos elegir dónde dejamos esta ‘ventana’ y nos podemos alejar de la misma y volver a acercarnos cuando nos apetezca. Es decir, podemos dejar una lista de música en un espacio en otra habitación, irnos del lugar y al volver nos la encontraremos en la misma ubicación y con la misma información. Y esto es solo un ejemplo de lo que se puede hacer. Si estamos en movimiento, simplemente traspasamos la pantalla y la dejaremos atrás, por lo que es encarecidamente recomendado usarlas en un espacio cerrado o controlado, como en nuestro hogar.
En la demostración, pudimos probar las Apple Vision Pro acompañadas de un cable con batería externa que la propia Apple incluye en la caja del producto. Y es que la duración de la batería sin este aparato ronda las dos horas, dependiendo del uso que se dé, por lo que en sesiones más largas se recomienda acompañar las Vision Pro del cable y su batería externa. En nuestro caso, de pie y con la batería en el bolsillo, no percibimos molestia alguna en este sentido durante el tiempo de uso.
Otro de los primeros momentos mágicos se puede sentir al mirar las pantallas, que lucen de una nitidez y un sonido envolvente que nos trasladan de lleno a esa realidad, pero sin olvidarnos de lo que tenemos delante sin gafas. Apple ha dejado claro que hay que seguir viendo lo real, y esa es una sensación muy conseguida, ya que nos sumergimos en las gafas lo suficiente como para vivir una experiencia de otro nivel sin dejar de estar en contacto con la realidad.
También existe la posibilidad de cambiar el entorno que vemos a nuestro alrededor y cambiarlo a escenarios tan variados como una sala de cine o incluso la cima de la torre de Los Vengadores, algo que parece simple a primera vista, pero en el que bastan unos segundos para darse cuenta de que se mueven las hojas de los árboles o hay otros elementos en movimiento.
¿Y qué aplicaciones tienen las gafas de Apple? Desde la inmersión que proporcionan para consumir contenido multimedia (películas, vídeos), tanto como consumo de videojuegos o entornos más profesionales como son la programación o el desarrollo de computación espacial. Spatial Voyagers destacó su uso con el motor gráfico Unity, con posibilidades como el desarrollo de patrones (coger cubos y dejarlos en otra estancia o explotar globos en un minijuego). Los expertos lo destacan como un negocio ya consolidado que va a más, con vertientes que no se limitan a los videojuegos, sino que también van destinadas a la productividad.
En este sentido, hay que destacar el uso de la privacidad con este producto. Apple incorpora dos distintos procesadores en las lentes (el M2 y el R1, los dos propios de Apple), pero los dos no se encuentran interconectados en el sentido de que no se ‘pasan’ información, por lo que la compañía no graba lo que vemos, sino que reconoce la habitación o el espacio en el que nos encontramos mediante puntos geolocalizados. La compañía ha insistido mucho en este punto y solo se podrá recopilar información tal como el movimiento de nuestras manos (si se da permiso), pero nunca de nuestro entorno. Julio César Fernández, de Apple Coding Academy, subraya que hay una suerte de “caja negra” en el interior de las Vision Pro, con una información cifrada “imposible” de recuperar en cualquier caso.
¿Cuándo llegan las Apple Vision Pro a España?
En resumen, pasamos unos minutos mágicos con un producto que todavía no fecha de llegada a España, aunque los rumores apuntan al verano de 2024. Así, de momento solo se puede comprar en Estados Unidos, con precios que empiezan en los 3.499 dólares (el modelo de 256 gigas de almacenamiento), siguen en 3.699 dólares (512 GB) y terminan en 3.899 dólares (1 TB).
La caja incluye las dos correos para su ajuste en nuestra cabeza, la batería externa, claves de USB-C a USB-C, el correspondiente adaptador de corriente y un paño para limpiar la lente.
El punto de partida de otra realidad que recuerda al iPhone original
“Desaprendemos todo lo aprendido para aprender de nuevo”, así resumen los expertos de Spatial Voyagers lo que supone la llegada de las Apple Vision Pro. Unas gafas repletas de posibilidades en el mundo de la computación espacial, con nuevas implicaciones que se van conociendo cada día, y un sinfín de opciones.
No obstante, también hay ciertas sombras. Su peso y su precio han sido algunos de los aspectos más criticados, así como determinados fallos que hacen ver que nos encontramos ante la primera versión. Salvando las distancias, las impresiones nos trasladan a 2007, cuando aquel dispositivo rectangular en manos de Steve Jobs hacía presagiar que era el punto de partida de otra realidad.
Se trataba del iPhone y el resto es historia. Para alcanzar este punto con las Apple Vision Pro, queda un buen trecho, pero un camino que empieza fuerte y promete cambiar el mundo de la tecnología virtual y aumentada tal y como la conocemos.