El Manchester City se ha tenido que conformar con un empate (1-1) contra la versión más rocosa del Chelsea. Los de Guardiola han tenido una noche bastante espesa con la pelota y han visto como los de Pochettino cada vez que que salían a la contra destrozaban todo su sistema defensivo con suma facilidad. Los ‘blues’ les han perdonado la vida en varias ocasiones. Aunque también es cierto que en condiciones normales, Haaland habría marcado dos o tres goles, pero demostró ser humano y falló lo que nunca falla.