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La economía de Alemania se contrajo un 0,3% en 2023 “en un entorno plagado de crisis”
“Es probable que algunos factores de estrés sigan vigentes a principios de 2024 y la producción económica podría volver a disminuir ligeramente en el primer trimestre. De este modo continuaría la fase de debilidad de la economía alemana que se ha prolongado desde el comienzo de la guerra de agresión rusa contra Ucrania”.
Así lo señala el banco central alemán en su boletín mensual de febrero, que destaca que, “con la segunda caída consecutiva de la producción económica, Alemania estaría en una recesión técnica”.
No obstante, los expertos del Bundesbank matizan que “todavía no se puede identificar ni se espera una recesión en el sentido de una disminución significativa, amplia y duradera de la producción económica”, puesto que es probable que el gasto de los hogares continuará mejorando en el contexto de una situación estable, la solidez del mercado laboral, el fuerte crecimiento de los salarios y una tasa de inflación en caída.
En cuanto al mercado laboral, consideran que sigue siendo bastante sólido, ya que, hasta ahora, la prolongada debilidad sólo ha tenido un impacto leve y “no hay señales de un inminente deterioro notable en el mercado laboral debido a la debilidad de la economía”.
Respecto a la inflación, esperan que siga cayendo en los próximos meses. Sin embargo, “debido a los diferentes efectos de base para la energía y el transporte público local, podrían producirse grandes fluctuaciones en la tarifa del año anterior”. Además, la presión sobre los precios de los alimentos y otros bienes probablemente seguirá disminuyendo en los próximos meses, aunque “es probable que disminuya más lentamente en los servicios, también debido al fuerte y continuo crecimiento de los salarios”, señalan.