Las operaciones inalámbricas de US Cellular comprenden su clientes y tiendas de servicios, así como “ciertos activos de espectro específicos”.
En concreto, T-Mobile pagará aproximadamente 4.400 millones de dólares por los activos adquiridos en la transacción en una combinación de efectivo y hasta 2.000 millones de deuda que asumirá través de una oferta de intercambio que se realizará a ciertos tenedores de deuda de US Cellular antes del cierre de la operación.
“En la medida en que los tenedores de deuda no participen en el intercambio, sus bonos continuarán como obligaciones de US Cellular y la porción en efectivo del precio de compra aumentará correspondientemente“, destaca la firma.
Tras el cierre de la transacción, US Cellular mantendrá la propiedad de su otro espectro, así como de sus torres, y T-Mobile celebrará un acuerdo a largo plazo para arrendar espacio en al menos 2.100 torres adicionales.
T-Mobile no espera que la transacción afecte la guía de la compañía para 2024 o el programa de retorno autorizado para accionistas, y estima que se cerrará “a mediados de 2025”.
“La compra e integración de las operaciones inalámbricas de US Cellular por parte de T-Mobile brindará la mejor conectividad de su clase a los estadounidenses de zonas rurales a través de una cobertura nacional mejorada y ofertas de servicios a precios más atractivos”, asegura Laurent Therivel, director ejecutivo de US Cellular.
Además, destaca que la transacción brinda a sus clientes “acceso a mejor cobertura y velocidades, así como mensajes de texto ilimitados en más de 215 países, ofertas de contenido, actualizaciones de dispositivos y otros beneficios de T-Mobile”.
“A medida que los clientes de ambas compañías obtengan más cobertura y más capacidad gracias a nuestra huella combinada, nuestros competidores se verán obligados a mantenerse al día, y aún más consumidores se beneficiarán”, concluye Mike Sievert, director ejecutivo de T-Mobile.