La debilidad del crudo se ha intensificado tras la última decisión de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, el grupo conocido como OPEP+, que recientemente ratificó sus recortes de producción, aunque con excepciones.
Y es que, si bien el cártel de productores ha decidido extender la mayoría de las restricciones hasta finales de 2025, un grupo de ocho países ha anunciado que mantendrán las restricciones voluntarias de 2,2 millones de barriles diarios (mbd) hasta septiembre de 2024 y las eliminarán de forma progresiva hasta septiembre de 2025. Esto significa que la oferta de petróleo empezará a aumentar en el cuarto trimestre de este año.
Para los expertos de XTB la caída del precio no fue inesperada, pero sí lo ha sido la “intensidad” de la misma. “Creemos que las noticias de la OPEP son menos relevantes para el futuro del precio del petróleo por varias razones. En primer lugar, es probable que la reversión de los recortes de producción siga siendo lenta y constante y, en segundo lugar, si el precio del crudo cae demasiado, podríamos ver cómo la OPEP recorta aún más la producción para sostener el precio del petróleo”, explican estos analistas.
En este sentido, estos estrategas opinan que la trayectoria del crecimiento de EEUU es lo que realmente está teniendo un mayor impacto en los precios del petróleo, ya que la correlación diaria entre el precio del crudo Brent y el rendimiento del Tesoro a 10 años se ha reforzado a lo largo de 2024.
“A principios de enero, esta correlación era del 27%, lo que se considera insignificante. En marzo había aumentado al 40%, lo que significa que el precio del barril de petróleo y el rendimiento del Tesoro estadounidense a 10 años se movían juntos el 40% del tiempo. A mediados de mayo, la correlación entre estos dos activos había aumentado hasta el 73%, lo que es estadísticamente significativo. Si quiere saber hacia dónde se dirigirá el precio del petróleo, observe los rendimientos del Tesoro estadounidense“, explican.
En esta misma línea se sitúa James Harte, analista de mercados de TickMill Group, quien apunta que los datos del ISM y del PMI manufacturero conocidos este lunes, que fueron más débiles de lo previsto, han afectado a la confianza en el crudo.
“Los operadores temen una caída de los niveles económicos estadounidenses en línea con los datos recientes. Los datos de crecimiento más débiles, el debilitamiento del empleo y ahora el enfriamiento de los datos de las fábricas, se han combinado para deprimir la confianza en el petróleo a corto plazo, a pesar del comienzo de la temporada de conducción de verano, en la que normalmente se produce un aumento de la demanda de combustible”, apunta.
Para Harte, será clave el informe oficial de empleo que se publicará este viernes. “Si se observa una nueva debilidad en estos datos, sin duda se alimentará el actual estado de ánimo bajista entre los operadores de petróleo, lo que hará que el crudo siga bajando a corto plazo”, sentencia.
Por otro lado, Tamas Varga, analista del broker petrolero PVM, cree que la reacción del mercado sí se correspondería más a la decisión de la OPEP+ que a las perspectivas de crecimiento estadounidense. “Si se comparan los niveles de precios de finales de la semana pasada con los precios de liquidación de ayer, es casi obvio que el anuncio de la reversión gradual de los recortes voluntarios fue el principal responsable de que el genio bajista saliera de la botella”, ha indicado en una nota.
Este analista cree que la reacción del mercado es “deprimente para cualquiera que produzca petróleo”, aunque supone una “bienvenida alegría para los consumidores”. En su opinión, la caída debería ser limitada, siempre que la demanda de gasolina en verano no decepcione. Además, la reciente caída del petróleo también debería contribuir a aliviar la presión inflacionista mundial.