Según Hashrate Index, el “precio del hash” de bitcoin alcanzó su mínimo histórico el 1 de mayo, cayendo a solo 44,76 dólares por petahash/segundo (PH/s) al día. Esta métrica cuantifica la cantidad de dinero que un minero puede esperar ganar diariamente a una tasa de hash específica. Por otro lado, la tasa de hash o ‘hashrate’ es la potencia computacional total combinada utilizada para minar y procesar transacciones en una blockchain de prueba de trabajo (‘proof-of-work’) como Bitcoin. Un petahash equivale a un cuatrillón de hashes.
Según estos datos, el día anterior a la reducción a la mitad o ‘halving’, el 19 de abril, el precio hash diario de Bitcoin era de 92,20 dólares. Posteriormente, tras un breve repunte, se produjo una fuerte caída hasta alcanzar los 57,53 dólares el pasado 25 de abril. Desde entonces, exceptuando una puntual subida el pasado 9 de junio, esta métrica se ha mantenido en niveles bastante bajos.
Esta falta de rentabilidad está afectando claramente a las compañías mineras de bitcoin. Un análisis de CryptoQuant revela que muchos mineros están desconectando sus máquinas menos rentables, debido a la elevada demanda energética que requieren estos equipos, y también que están vendiendo grandes cantidades de su bitcoin para cubrir costes.
No obstante, las acciones de estas compañías no parecen estar resintiéndose especialmente en bolsa. Sin ir más lejos, el fondo cotizado (ETF, por sus siglas en inglés) Valkyrie Bitcoin Miners (WGMI), el cual ofrece exposición a toda la industria minera de bitcoin, ha subido en torno a un 25% en el último mes, alcanzado su máximo anual este junio. Y buena culpa de ello la puede tener la inteligencia artificial (IA).
“La caída de las recompensas mineras ha impulsado a los mineros a buscar otros canales para aumentar los ingresos. Con las empresas de IA demandando centros de datos que consumen mucha energía, los mineros de bitcoin están aumentando gradualmente los ingresos de las ventas con las empresas de IA”, señalaba Lucy Hu, analista sénior del fondo de criptomonedas Metalpha, la semana pasada.
Por su parte, un análisis de JP Morgan señala que la capitalización bursátil de las 14 compañías dedicadas a la minería de bitcoins que sigue ha aumentado un 22% desde el acuerdo de Core Scientific con la compañía de inteligencia artificial CoreWeave. Este acuerdo amplía otro entre ambas compañías mediante el cual Core Scientific cede una capacidad computacional mayor a CoreWeave en sus centros de datos.
CoreWeave financiará las inversiones necesarias para crear otros 70 MW de infraestructura para la segunda mitad de 2025, así como los 200 MW acordados a comienzos de junio. Este acuerdo tenía inicialmente un valor de 3.500 millones de dólares y una duración de 12 años.
Estos últimos avances reflejan, según JP Morgan, el potencial de estas empresas en el desarrollo de la IA en detrimento de una minería de bitcoin que cada vez parece menos rentable en comparación con esta tecnología emergente. Asimismo, el banco neoyorquino señala que Iris Energy podría ser la compañía mejor posicionada para aprovechar esta ola, ya que tiene un exceso de capacidad energética, no está tan vinculada como otras a la minería de bitcoins e invirtió a tiempo en la compra de unidades de procesamiento gráfico (GPU) especiales para el desarrollo de la IA.
En abril, la firma de análisis blockchain CoinShares empezaba a ver indicios de esta tendencia y señalaba que, con el tiempo, cada vez serían más las compañías de minería de bitcoin que orientarían su modelo de negocio hacia la IA.